La Ermita de Orzales pertenecía a una pequeña aldea del alfoz de San Vicente de la Sonsierra que contaba con ocho vecinos en el siglo XVI. Se tiene constancia escrita del abandono de la ermita de Orzales desde el siglo XVIII, quedando reducida a un caserío.
Tras la insurrección armada en Logroño ante la llegada de las tropas francesas que invaden España en el siglo XIX, y con el fin de evitar que los guerrilleros se refugiasen en la ermita de Orzales cuando se retiraban camino de Vitoria por el puerta de Ribas, en 1813, las tropas francesas destruyeron la aldea y quemaron su iglesia (la política de tierra quemada constituía una actitud muy habitual y generalizada en las tropas francesas cuando sufrían un revés).
El aprovechamiento para fines distintos de aquellos para los que fue concebida y el abandono desde entonces ha incrementado notablemente el deterioro, que propició que la ermita fuera incluida en la lista roja de la Fundación Hispania Nostra desde el año 2008.
https://listaroja.hispanianostra.org/ficha/ermita-de-orzales/
La ermita es de estilo gótico flamígero, siendo el único bien de este estilo en la localidad. En los muros de la ermita existen tres elementos singulares de la arquitectura religiosa y medieval: la credencia con arco conopial en el muro septentrional, una ventana apuntada con tracería y parteluz en el muro meridional y una puerta o poterna abierta en el muro testero.
Conscientes de la importancia de la preservación del patrimonio, el Ayuntamiento ha dado prioridad a la recuperación de esta ermita redactando el proyecto necesario para la consolidación y restauración de los restos para lo cual ha solicitado a la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud del Gobierno de La Rioja la máxima subvención dentro de la convocatoria de subvenciones para la restauración de ermitas, iglesias, retablos y demás elementos singulares.
Los trabajos consistirán principalmente en la limpieza, consolidación y restauración de la bóveda y consolidación de los sillares de las fachadas. Se reconstruirá el cierre de mampostería del arco perpiñano situado sobre el eje de la nave y se aportará piedra de mampostería en los muros hasta lograr nivelar e igualar la altura de los tres permitiendo así crear un canal de desagüe perimetral oculto con el fin de dar salida del agua de la lluvia.
No se reconstruirán los muros perimetrales interrumpidos con el fin de preservar el carácter incompleto del templo y se realizará un tratamiento especial a todo el conjunto frente a las acciones del agua.
La concesión de la subvención del Gobierno de La Rioja será vital importancia para la realización de las obras ya que el coste previsto de la ejecución es de 130.000€ más los gastos de redacción del proyecto y la dirección de obra.
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